Desde hace mucho tiempo me cuestiono por qué la mayoría de las personas que rezamos, NO entendemos realmente lo que decimos al hablar con Dios y parecería que EL necesita que le repitamos sin parar lo mismo.
Siempre he creído en Dios pero realmente me había acercado a EL muchas
veces por conveniencia: cada vez que lo he necesitado. Cuando estoy bien, me
olvido de acercarme a EL.
La vida con sus descalabros me ha llevado a buscarle y a
querer conocerle más y más.
Con asombro y “pena” he descubierto que en toda mi vida
he aprendido realmente muy poco de EL.
A últimas fechas el conocerle y disfrutar hacerlo, se ha
convertido en parte muy importante de mi día a día.
De ahí el buscar platicar con ÉL y transmitirle palabras-oraciones
salidas de mi corazón, en su mayoría. Son cortas y nacen de realidades y
sentimientos vividos…
Mi relación con él es de AMOR, CONFIANZA… entrañable. Cada
día lo siento más en mi, en mi vida y en mi entorno.
Eso me hace sentir SEGURA, FELIZ, ACOMPAÑADA y COBIJADA por
ÉL en todo momento.
Es por ello que hice éste espacio... para compartir la BENDICIÓN de TENER A DIOS EN MI Y EN
MI VIDA!
Deseo ayudar un
poco a que sientan la plenitud de encontrarle y tenerle…..
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